Cómo colocar el suelo laminado sin quitar el rodapié.


Si estás considerando la instalación de un suelo laminado y te preguntas si es viable hacerlo sin retirar el rodapié existente, en este artículo exploraremos las diferentes opciones disponibles en esta situación. Aunque técnicamente es posible instalar un suelo laminado sin eliminar el rodapié, en términos de rendimiento y estética, la opción ideal sigue siendo la eliminación del rodapié existente.

A continuación, analizaremos las razones fundamentales para esta recomendación junto con algunos modelos de tarimas flotantes de marcas conocidas como Finsa, Eurovensa o Wicanders.

Cuál es la función del rodapié o zócalo

El rodapié, también conocido como zócalo, desempeña un papel fundamental en los suelos de cualquier tipo, incluyendo los suelos laminados. Su propósito principal es proteger y cubrir la parte superior del suelo, especialmente en las áreas cercanas a las paredes y bordes. Además de su función estética, los rodapiés también tienen un papel técnico esencial.

Uno de los roles técnicos más importantes del rodapié es ocultar la separación entre el suelo y la pared. Esto no es un mero detalle; se realiza para garantizar que el suelo tenga espacio para expandirse y contraerse de acuerdo con los cambios en la humedad y temperatura en la habitación. Idealmente, se debe dejar un margen mínimo de 8 mm y un máximo de 1,5 cm para permitir esta expansión y contracción controlada.

Esta separación no es arbitraria, ya que su observación rigurosa es fundamental para evitar que el suelo de madera se deforme, presente elevaciones o incluso sufra daños, tanto en los bordes como en las uniones.

Zócalos de alta calidad de PVC Hidrófugo y Aluminio

Existe alguna alternativa para instalar un suelo sin retirar el rodapié existente

Si bien es factible instalar un suelo laminado sin quitar el rodapié, existen alternativas para abordar esta situación de manera más adecuada. Una opción viable es la instalación de un «cubre zócalo», como su nombre sugiere, este elemento se coloca sobre el zócalo existente y cubre también la junta de dilatación entre el suelo y la pared.

Es importante tener en cuenta que esta solución puede resultar en un aumento del «bulto» en la base de la pared en comparación con un zócalo tradicional, lo que puede afectar la estética. No obstante, la elección entre el cubre zócalo y el zócalo convencional suele depender de preferencias personales, ya que en el día a día, la diferencia puede pasar desapercibida.

Otra opción que permite conservar el rodapié existente y mantener la separación necesaria es la colocación de una «pletina en L», que se fija adyacente al zócalo y cubre la junta de dilatación en el suelo. No obstante, es importante destacar que la parte superior del rodapié original seguirá siendo visible en esta configuración.

Sin embargo, si bien lo recomendable es retirar antes el zócalo y pasar a colocar el suelo laminado o cualquier otro, te vamos a dejar un vídeo de Bricomanía que te ayudará en este punto. En el vídeo se ve como colocar un suelo laminado bajo una puerta y se trata de meter por debajo del zócalo. Lo único que necesitas es una sierra que recorte el bajo del zócalo  con el tamaño del grosor del suelo.

Aunque es posible instalar un suelo laminado sin retirar el rodapié, la opción recomendada en términos de rendimiento y estética sigue siendo retirar antes el rodapié existente, garantizando así un espacio adecuado para la expansión y contracción del suelo, evitando posibles daños a largo plazo. plazo. Sin embargo, si deseas mantener el rodapié existente, existen soluciones como el cubre zócalo y la pletina en L que pueden adaptarse a tus necesidades.

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